EL PRÍNCIPE
NICOLÁS MAQUIAVELO
Análisis Temático
Como previamente fue enunciado, se versará acerca de las
ideas que cada capítulo de la obra contiene, se hará una breve síntesis de las
mismas, así como un comentario, a manera de aportación personal. Considérese,
en función a lo comentado, que ciertos capítulos no constan más que de unos
cuantos párrafos, razón por la cual, serán visualmente más pequeños, pero esto
no se verá necesariamente reflejado en el contenido y su calidad. Nótese, que
dentro del índice se agrupan los capítulos por conjuntos, esto, en función del
contenido de cada uno, y de la relación que existe entre los contenidos de los
mismos, así, por ejemplo, los tres primeros capítulos se relacionan en su
contenido, y son presentados conjuntamente, en lugar de por separado.
Capítulo I.- De las distintas clases de
principados y la forma en que se adquieren.
En esta primera y reducida sección de la obra, se apertura
mencionando que los reinos y principados, o son Hereditarios, o son Nuevos.
Dentro de los nuevos, existe la categoría de Totalmente Nuevos, y Agregados;
siendo que los agregados los adquiere un príncipe que anteriormente ya tenía un
reino. A su vez, se distingue que dichas
situaciones se producen o bien por las Armas Propias, o las Armas Ajenas, y en
esto, la causa puede ser la Suerte o la Virtud. Es decir, desde el inicio
Maquiavelo distingue las diversas situaciones que pueden llevar a un Príncipe a
gobernar un territorio, y las variables que en ello influye.
Capítulo II.- De los principados
hereditarios.
Dentro de los tipos de principados, existe el Hereditario,
uno de los más comunes, donde una familia o dinastía conserva durante
generaciones el gobierno de un territorio. Tal es el caso de los reinados
clásicos de la Europa medieval, como los Borbón, los Tudor, y de las dinastías
en China. Así, se enuncia que, es en suma más fácil para el príncipe que acaba
de conquistar un nuevo territorio, conservar un estado hereditario, en
comparación con cualquier otro; esto debido a que el pueblo no está
acostumbrado a ser libre, y por tanto, solo basta no alterar inmediatamente el
orden preestablecido, y saber realizar los cambios pertinentes en el devenir
del principado.
Capítulo III.- De los principados mixtos.
Los principados mixtos, son aquellos Estados que eran
anteriormente regidos por una persona distinta al príncipe, quien en el momento
de conquistar dicho territorio lo anexa a uno que ya tenía bajo su yugo
anteriormente; es decir, el nuevo territorio pasa a formar parte del reinado
del príncipe. Se distingue, que si las nuevas conquistas son de la misma
provincia, es muy fácil conservarlas, sobre todo si están acostumbrados a vivir
bajo el yugo de un príncipe; y en aras de afianzarse en el poder, se debe
terminar con la familia del anterior príncipe, para evitar las ambiciones de
recuperar lo perdido que pudiesen surgir.
Es aquí donde primeramente se nota la parte maquiavélica de la obra; sin embargo,
resultaría difícil pretender conservar la propiedad de otro si se vive con él
dentro de la misma, o bien, si se sospecha que podría pretender recuperar su
derecho, arbitrariamente o no, arrebatado. A su vez, dualmente a lo mencionado,
se menciona que se debe respetar los usos y las costumbres del pueblo, y
respetar las ventajas y privilegios que antes gozaban los sectores más altos de
la sociedad.
Cuando se tiene una colonia; tal y como fue el caso de la
Nueva España, se considera que son mucho más fieles y más seguras, en razón que
se ve al colonizador desde una perspectiva inferior, razón que logra justificar
la exigencia del yugo que pesa sobre los colonizados. Piénsese en la Nueva
España, colonia que no se habría independizado jamás de no haber sido por el
Nacionalismo Criollo; es decir, propiamente los nativos de la región no
anhelaban la emancipación, no deseaban cambiar el orden establecido por los
españoles, es decir, como bien lo menciona Maquiavelo, los damnificados no
pueden causar molestias, porque son pobres y están aislados. De no haber sido
por los criollos, la Nueva España seguiría existiendo.
Por otra parte, las provincias anexadas al previo reinado
del príncipe, es decir, los principados mixtos, cuando son de usos, lengua,
organización, religión y cultura distinta a la del príncipe, engendran muchas
más dificultades, entrañadas por las divergencias y posible divisiones que
pudiesen surgir. Para soslayar esta situación, el Príncipe debe convertirse en
defensor del pueblo, para ganar su respeto y visto bueno, así también, se debe
radicar un tiempo en la nueva provincia, en aras de aprender sus usos, su
lengua, y posteriormente comisionar un representante leal al príncipe.
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